domingo, 20 de junio de 2010

No more


En una tarde fría de invierno. En una de esas tardes en que el viento te da en la cara y el polvo te deja ciego, en una de esas en las que lo mejor que puedes hacer es estar sentado en el sofá, tapadito y viendo la televisión, estaba el pequeño Antonio, de 9 años mirando a su madre que daba vueltas cerca de la ventana nerviosa.
—Mamá ¿Qué te pasa? —preguntó el pequeño.
—No es nada hijo… Es sólo que papá tarda mucho en llegar.
—Mamá, pero papá no va a venir hoy ¿Recuerdas?
—¿Por qué dices eso cariño?
Dos lagrimones surcaron la cara del inocente niño que otra vez se veía en la obligación de explicarle a su madre un hecho que tanto dolor le producía.
—Porque papá ya no vive con nosotros. Ahora está en el cielo, con Dios.
—Claro que no cariño ¿No recuerdas que hoy cenó con nosotros? —respondió la madre, señalando a la mesa, donde lucían tres platos vacíos, con los cubiertos aún sobre la mesa.
—Esos son los platos de hace tres días, mamá. Cuando papá salió al trabajo y ya no volvió.
—No hijo, lo que dices no tiene sentido. Yo sé que volverá.
—Pero mamá, él no volverá ¿No escuchaste al policía? —Dijo el niño con el rostro anegado en lágrimas—. Papá ya no volverá, porque él ya no está aquí ¡Se fue con Dios! ¡Ahora nos mira desde arriba y se ríe con nosotros! ¡Sólo quiere que seamos felices!
—No puede ser, no es cierto… Todo es una pesadilla.
Pero no, no era una pesadilla. Porque tres días antes el padre de Antonio salió de casa para ir al trabajo. Trabajaba de noche y por el camino un adolescente borracho chocó contra él. La moto del adolescente atravesó el cristal y aplastó la cabeza del pobre hombre, que había dejado en casa una mujer que nunca asimilaría su muerte, y a un hijo que día tras día tendría que explicarle a su madre que él no volvería, y que no lo haría porque un día hubo un adolescente que no quiso hacer caso de las campañas ni de las advertencias. Pero ese chico no sólo destrozó una familia. Porque él vivió y hoy sigue viviendo, pero desde una silla de ruedas.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho el comienzo a pesar de ser un poco melodrama y no me suele gustar mucho ese género, me ha gustado mucho la temática,pero el final me ha dejado un poco con el culo torcio como se suele decir, porque ya se entendía y la explicación última he notado que sobraba un poco, quizás dejarlo como algo en el aire con palabras no tan directas, pero me imagino que cada autor tiene su toque personal.
    Me encanta muchisimo leer este tipo de escritos tengo un par de muy buenas amigas que también escriben pequeños relatos en sus blogs :3 pero también me gusta dar mi opinión si puede ayudar un poco, espero que no te siente mal.

    Saludos!

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