viernes, 18 de junio de 2010

Asquerosa humanidad

¡Que ganas tenía de actualizar! Y mi conexión me lo impidió. Pero si hoy buscáis una entrada bonita con una imagen intrigante acompañada de una frase no menos rara la lleváis clara, porque hoy es día de despotricar y afortunadamente hoy no le toca a la política (como es normal en mí) si no a la humanidad... (que también es normal en mí).


Bueno, comienzo despotricando contra la humanidad con un simple hecho que me ocurrió hace unas pocas noches. Es algo real y aunque es una pedazo de tontería a mí me sirvió para reflexionar sobre la gente que me rodea.


Bueno, venía de la casa de guille. Mi reloj marcaban las 1:50 de la madrugada y tenía ganas de comprobar si era capaz de llegar a mi casa antes de las 2:00. Mi raudo paso me llevó hasta el tramo final del camino a mi casa, que para quien haya venido alguna vez, sabrá que es el peor. Básicamente es un tramo de escaleras, que te lleva hasta, un no menos jodido tramo de escaleras de caracol que desembarca en otro tramo de escaleras que tiene su cúlmen en un descampado lleno de basura y piedras derrocado por la lluvia y eternamente intrasintable que acaba en otros no menos fastidiosos tres tramos de escaleras. 
Subo el primer tramo sin poblemas, exactamente lo mismo que el segundo. Pero al tercero me encuentro con un perro pequeñito que me mira fastidiado y se levanta, me acompaña desde lejos sin quitarme ojo hasta el final del tramo y justo cuando ve que me voy se da la vuelta y se vuelve a su sitio a dormir. ¿Por qué lo hizo?


Analicemos la conducta del perro. El perro me ve, lo que sabe de los humanos es que normalmente le ven y le pegan patadas o le tiran piedras o salen detrás de él y cosas parecidas. Evidentemente eso se lo hacen los niños (que no lo justifica), pero él no lo sabe. El juzga al ser humano por lo que conoce de él, y como ya está acostumbrado a los palos no tiene miedo de ellos. Pero si puede evitarlos mejor, así que no le quita ojo al pobre y buen hombre que sube las escaleras teniendo pena de él.


En fin y la pregunta ¿Por qué los niños les pegan a los perros? y aquí a la respuesta. Si sólo fuera a los perros no sería tan grave. Los niños de mi tranquilo barrio le pegan a lo que tengan más cerca, sea un animal o una persona, y el por qué lo hacen es para mí un misterio que espero descifrar algún día. Lo que sé es que sus progenitores nunca les dirán que eso está mal. Son, claramente, unos salvajes.


Entonces si pienso en la forma de actuar de estas personas me da verdadero asco mi propia especie. ¿Reniego de mi raza? Seguramente, estoy acostumbrado a odiar todo lo que el ser humano ha construído. Empezando por la sociedad y la política, e incluso pasando por la familia, hasta culminar a la educación (aunque esta última no la odio como tal, pero sí su organización).


Me diréis, es que no todas las personas son así. No, cierto, hay gente como yo... Los demás son todos así, aunque lo sean tan descarados. El ser humano es asqueroso y no tiene escrúpulos. Y no sé si es que mi madre me envenó a mí con su eterno carácter noble. No lo sé. Pero desde luego yo no soy de los que se quedan parados. Soy el de las causas perdidas.


Y el cambio de mentalidad humana es una de ellas. Una por las que lucharé toda mi vida.

1 comentario:

  1. El ser humano es asqueroso y no tiene escrúpulos.

    nunca pensé encontrar a alguien que renegara de su raza, y esto me gusta. algún día tal vez explique mi plan para acabar con la humanidad

    te sigo ^^

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