sábado, 5 de febrero de 2011

El aplauso del público


El valor del aplauso es algo que aprendí en teatro cuando ya llevaba escuchándo el vítor del público cuatro años. En los cinco años que llevo en el mundo de la música cofrade he visto pasar cientos de actuaciones y miles de aplausos, gente que incluso llora por la música, personas que valoran de verdad tu trabajo, pero hasta hace poco más de dos años y medio no había empezado a valorar tanto el aplauso y el apoyo del público, y aún así, realmente hace sólo tres semanas que el apoyo del público me emociona como nunca antes.

Estoy en una etapa de mi vida en la que han vuelto a mí los aplausos, ver tantas caras sonrientes que aplauden para mostrar su apoyo es algo que no se puede superar. El aplauso, los vítores, el apoyo, el simple hecho de la presencia, no sé, me siento querido en ese momento y todo lo doy por mi público.

Porque hoy lo tengo claro, el culpable de que yo esté ahí no soy yo, que a fin de cuentas me equiboco más que un termómetro de anís, no, sois vosotros que me aplaudís y pedís que siga.

POR TANTO HOY, TODO SE LO DEBO A MI PÚBLICO.
Por vosotros, hoy estoy aplaudiendo.

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