martes, 6 de julio de 2010

La reina de mi reino


ESTOY SERENO CUANDO TE MIRO

Estoy sereno porque al verme reflejado en tu mirada, veo el brillo de ternura y protección que emanan tus expresivos ojos.

Estoy sereno porque tus caricias se asemeja a la de los jóvenes enamorados, que dudan en tocarse por si la presión de la mano fuera suficiente para romper la lisa piel del compañero. Es muy frágil la porcelana.

Estoy sereno porque sé que aunque muchos hablen de mí siempre me defenderás a capa y espada. Pues tu guerra es mi causa y es mi dolor tu derrota.

Estoy sereno porque sé que aunque no te vea siempre estás ahí. A veces en la sombra, a veces en el umbral, y otras tan cerca que el no verte es un delito mayor, pero parece que tus plegarias funcionan.

Estoy sereno porque sé que lo que sientes es sincero y nadie podrá arrebartartelo.

Estoy sereno porque cuando me miras te preguntas "¿De verdad salió una persona tan especial de mis entrañas?" y te sientes orgullosa de mí.

Porque si a alguien he de agradecerle lo que hace por mí es a ti. A la reina de mi reino, a mi madre.

Porque tu preocupación por mí es digna de alabanza.
Porque dejaste tu vida por mí.
Porque tu juventud la has pasado cambiádome los pañales.
Porque por mi culpa has perdido gran parte de tu vida.
Porque has aguantado las más grandes desdichas por tenerme cerca.
Porque me has apoyado incluso en decisiones que te perjudicaban.
Porque siempre estás ahí.
Porque tú has forjado mi carácter y mi forma de ser.
Porque siempre buscas lo mejor para mí.


PORQUE ERES MI MADRE Y ME HAS DADO LA VIDA.
Y porque no hay palabras para agradecerte lo que haces por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario