Busco el océano con la esperanza de encontrar en la inmensidad anaranjada un punto de azul que le de a mi esperanza una de las mil razones para vivir, quizás sea fantasía o quizás un sencillo empujón por la supervivencia.
Dice la Luna que siga, que mi camino es angosto y cansado, que el terror debe infundirme valentía para cruzar el bosque arenoso y salvarme de los ojos grandes buhínos de los negros y gigantes alacranes encapuchados que me apuntan con su cola como el dedo del juez que dicta la sentencia de vida o muerte. Sus faroles cantan “Ave Verónica, improbitas plena, ave venefica”.
Muere, vive, vive, muere, muere, vive, vive, muere.
La espiritualidad no me ha convertido en inmortal, lo ha hecho la incapacidad de morir.
A veces, las voces de los muertos me preguntan cómo lo hice, quieren saber como vencí a la muerte, me preguntan qué hice para no poder morir. Yo no les puedo responder, pero la muerte lo hace por mí.
Mortus Sum, ya estoy muerto.
¿La imagen es de Hellsing? *__*
ResponderEliminarExtrañaba mucho este espacio, y evidentemente me ha encantado el texto y la sentencia en latín, simplemente precioso.
Besos de neón
Sí, lo es!! :P
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra muchísimo que te haya gustado :)
Besitos!!
Que de tiempo sin leer latín, pensé que había muerto con la ESO, me congratula ver que no es así, SIGUE CON EL BLOG! me encanta
ResponderEliminarMuchas gracias!! En los Abyssus Abyssus Invocat siempre suele haber algo en latín pero suele ser la misma frase que los caracteriza, aunque alguna vez he puesto algo más :P.
ResponderEliminarEs que me encanta el latín.